jueves, 9 de mayo de 2013

Vélez 1 vs. Tigre 2 - Orden y progreso

Orden y progreso
 por Leandro Scaviolo

Un lema brasilero es lo que mostró Tigre anoche en Liniers. Sin lucir en lo futbolístico, lo táctico fue determinante para sostener la victoria y traerse 3 puntos de oro.

El rival de ayer es quizás, la mejor institución del fútbol argentino. Vélez es ejemplo en un montón de aristas del deporte y del manejo general que posee. Volcado a la Copa (igual que Tigre), su andar por el torneo es más bajo de lo esperado. Tiene recambio, pero no ha ligado nada. Y el Matador, tenía que aprovecharlo. Un ordenamiento táctico generó en el equipo de Pipo un verdadero progreso en lo grupal.

El empate que consigue Insúa pocos minutos después del bonito gol de Itabel, hicieron que uno se imagine otro desarrollo. Porque fue más Vélez en el manejo, hasta tres cuartos de cancha, mas adelante se nubló. Y Tigre tocó cuando pudo, pocas veces pudo contragolpear con firmeza. Por suerte, el Matador pudo regular las energías propias, y ajenas, le paró el carro a Vélez, para que no lo sobrepase. El elenco de Pipo tuvo en un tiro libre de Rusculleda en el primer tiempo la chance de haber tenido una victoria más abultada, la redonda dio en el poste. Quizás no lució este equipo, pero mostró un ordenamiento que hacía rato no se veía, le cortó los circuitos a los 11 de Gareca y se propuso aguantar el partido con ese lema.

En el arranque del segundo tiempo encuentra un gol de Legui a pura garra y gambeta, definición exquisita, pegada al poste izquierdo de Sebastián Sosa. El Fortín priorizó siempre el juego con la pelota al ras del suelo, pero no pudo ser nunca lo profundo que a priori proponía. Tigre tuvo la presencia ofensiva de Leguizamón en dos jugadas fundamentales, en los dos goles, bajándola con el pecho en la primera conquista, y la gestación individual del segundo. Itabel movedizo, picante, comprometido con el equipo, colaborador del juego y siendo descarga. Firme Ferreira, que tuvo una roja que no merecía. Y desde ellos, construyó el triunfo.

Tres puntos que valen tantos como los conseguidos en La Plata y en el Nuevo Gasometro, puntos dorados. Tres porotos que le permiten a Tigre ir acercándose a un número que termine siendo digno en esta temporada 2012-13. Y como sabemos, este semestre no permite descansos ni relajación. Ya se ve venir a Racing, en Avellaneda la cita del sábado por la noche. Y este Matador, deberá confirmar que lo que pasó en Liniers no fue casualidad, que el orden y el progreso, puede ir acompañado de fútbol.

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