jueves, 9 de mayo de 2013

Vélez 1 vs. Tigre 2 - Como la última vez

Como la última vez

Tigre volvió al José Amalfitani, donde en junio de 2012 se había impuesto con gol del Chino Luna, y otra vez volvió a quedarse con el triunfo. Fue 2 a 1 con goles de Kevin Itabel y Leandro Leguizamón, igualó transitoriamente Federico Insúa de penal. El Matador terminó con diez por la expulsión de Diego Ferreira. 
Allí, donde aquella fría noche de 2012 Tigre comenzaba a creer en que podía salvarse del descenso, el Matador volvió a traerse tres puntos para engrosar el promedio. Allí, en ese arco donde aún resuena el grito de aquel tanto del Chino Luna, Leandro Leguizamón clavó un muy lindo gol para el 2 a 1. El del triunfo. 

Antes y después de eso hubo un partido de similar partitura. El de Vélez teniendo la pelota pero rindiéndose ante el cerrojo defensivo de Tigre que entendió a la perfección como debía moverse para tapar los movimientos del Fortín. Todo, de la mano de Diego Ferreira que volvía y de gran forma. 

Entre el cansancio y la Copa, parecía por momentos que ambos conjuntos buscaban tomar aire durante largos pasajes del partido, para luego intentar golpear y eso le sacó ritmo a un juego que arrancó con emociones. A los cinco Jonathan Copete de cabeza tuvo la apertura del marcador, Salió apenas desviado, y uno después, Kevin Itabel resolvió con rapidez y precisión una pelota en el borde del área bajada por Leguizamón para establecer el 1 a 0. Poco después, a los doce, ¿penal? Para Vélez que Federico Insúa cambió por gol. El juego se emparejó y entre esos baches de oxígeno, un tiro libre de Sebastián Rusculleda fue arañado por Sebastián Sosa y la bocha dio en el palo. 

Tras el gol de Legui, los de Liniers sintieron el impacto, les costó acomodarse y los de Victoria lo incomodaban. Tanto fue así que tras la expulsión del uruguayo Ferreira, el Matador logró mantener a raya a su rival, que no podía dejar a sus delanteros mano a mano con Javier García. Si bien Jonathan Copete tuvo la más clara del partido y con el arco vacío, entrando por el segundo palo, la tiró afuera en lo que pudo ser el empate, que quizás hubiese sido injusto. Por lo realizado por Ferreira y su despliegue, Lucas Orban con sus quites, la atención de Norberto Paparatto, y el manejo tanto de Gabriel Peñalba como de Itabel. 

Hoy aparecieron los pibes para recuperar la sonrisa y quizás hoy, como hace un año atrás, Tigre esté poniendo un cimiento importante de cara al futuro en la Primera División. 
 
 
 
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