El aprendiz
Por Leandro Scaviolo
Eso fue el Matador en esta experiencia copera, la primera de su historia. Cayo 2-0 con Olimpia en el Defensores del Chaco y le dijo adiós a la Libertadores en octavos. Aplauso para estos jugadores.
Tigre fue de esos actores que se hacen de abajo, que son
extras por años y esperan con ansias ese protagónico que les de el salto a la
fama. El Matador espero más de un siglo, vaya paciencia, para que la
Libertadores le diera un rol. Un papel que a priori parecía de reparto. Pero,
con el pasar de los partidos, el equipo de Pipo se encargó de darse una
entidad, de tomar las riendas de una historia que podía escribir por si mismo.
Y se fue curtiendo. Fue equivocándose en el guion, fue
teniendo cuestiones inesperadas que lo pusieron en jaque. Y siempre se las arregló
para continuar. Tigre demostró por sobre todas las cosas una gran unión en el
grupo de trabajo. Con Olimpia, eso no basto, no fue suficiente. Tal vez hoy,
junto con la actuación en Perú ante el Cristal, fueron las dos presentaciones más
chatas de Tigre en la copa. Pero este equipo llego a un lugar impensado por
muchos. Se cargó a Libertad con un 5-3 inobjetable, que reafirmo el respeto que
se le debía tener a estos jugadores. Olimpia fue más que Tigre. Se lo gana con
justeza en el resultado, con justicia en el rendimiento y con autoridad. Le
saco la chapa copera, y le funciono al equipo de Ever Almeida.
Para Tigre, esta llegada a octavos, fue un Martin Fierro,
dejando bien parado. su prestigio como club, perdiendo como los hombres deben
caer, intentándolo hasta el último instante. No le salió casi nada, pero eso ya
es historia. Este Matador de Victoria, pasó su aventura copera con más laureles
que cosas para reprocharse.
Tigre se va de esta Copa sabiendo que ahora le queda seguir
sumando en el torneo final para en algún momento, volver a esta Libertadores,
dejar de ser un aprendiz, protagonizarla hasta el final, y ganarse ese Oscar
maravilloso por ser el mejor actor futbolístico del Continente. ¿Quién sabe, no?
Gracias jugadores, por semejante esfuerzo y por escribir la página más
maravillosa de la historia de este Matador, de este Tigre ruge más que nunca.
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