Pacto con el Diablo
Por Leandro Scaviolo
Independiente se aprovechó de un Tigre sin reacción y desde los pies del paraguayo Fernández, se llevó de Victoria tres puntos claves, para salir del Infierno que atraviesa.
No hubo manera de santificar el nombre del Matador ayer por el torneo local. No hubo modo alguno de bautizar a este nuevo equipo con la ausencia (notoria) de Rubén Botta. No tuvo la fortaleza de confirmar que lo que hace bueno en la Copa, pueda definitivamente trasladarlo al torneo final. Y el Diablo metió la cola, no va a escatimar en eso.
Y desde el 2-0 del Rojo, promediando la primera parte, Tigre no jugó más. El Matador no quiso, no le salió casi nada. Ni la voluntad de Santander, la movilidad de Pérez García, el criterio de Peñalba y los pies de mando de Orban (no la voz, no suele hablar, pero demuestra), con eso sólo el equipo de Pipo no encontró el camino indicado, aquél que lo libre de pecados ante un Diablo concentrado, sabiendo muy bien lo que debía hacer para continuar lo que inició con el Bicho una semana atrás. Y lo hizo de buena forma, tuvo sacrificio, marca, orden y oportunismo. Dos pelotas al arco, dos goles. Gran despliegue de Mancuello, firme defensa, seguro el arquero, bien el Rolfi parado casi de 8 todo el partido, y letal Fernández en la red. No hay mucho más para agregar de la labor del Rojo.
El conjunto de Brindisi, pareció congelar a Tigre en el tiempo, porque con un segundo manotazo, el Matador firmó el nocaut técnico y tiró la toalla. Casi sin reacción, la seguidilla de partidos, empezó a pasar factura. Unos cuantos partidos más que el resto en lo que va del año, justifica (a medias), algo de lo que se vio en cancha ayer por la tarde.
Pero Tigre no puede parar la pelota, no tiene tiempo, ya se le viene Vélez en el postergado que jugarán el miércoles. Y tranquilamente, el Matador puede vencerlo, ya que la actualidad del Fortín esta absolutamente abocada al torneo continental, el mismo al que apunta el elenco de Victoria. Veremos que pasa en ese compromiso.
Por último, ayer, Independiente se llevó 3 puntos valiosísimos para escaparle a las llamaradas que lo quieren hacer arder en lo más profundo de los promedios. Y Tigre lo perdonó, lo libró de pecados y le dio la chance de empezar a rectificarse. Casi como un pacto con el Diablo... ¿Me entiende no?
Y desde el 2-0 del Rojo, promediando la primera parte, Tigre no jugó más. El Matador no quiso, no le salió casi nada. Ni la voluntad de Santander, la movilidad de Pérez García, el criterio de Peñalba y los pies de mando de Orban (no la voz, no suele hablar, pero demuestra), con eso sólo el equipo de Pipo no encontró el camino indicado, aquél que lo libre de pecados ante un Diablo concentrado, sabiendo muy bien lo que debía hacer para continuar lo que inició con el Bicho una semana atrás. Y lo hizo de buena forma, tuvo sacrificio, marca, orden y oportunismo. Dos pelotas al arco, dos goles. Gran despliegue de Mancuello, firme defensa, seguro el arquero, bien el Rolfi parado casi de 8 todo el partido, y letal Fernández en la red. No hay mucho más para agregar de la labor del Rojo.
El conjunto de Brindisi, pareció congelar a Tigre en el tiempo, porque con un segundo manotazo, el Matador firmó el nocaut técnico y tiró la toalla. Casi sin reacción, la seguidilla de partidos, empezó a pasar factura. Unos cuantos partidos más que el resto en lo que va del año, justifica (a medias), algo de lo que se vio en cancha ayer por la tarde.
Pero Tigre no puede parar la pelota, no tiene tiempo, ya se le viene Vélez en el postergado que jugarán el miércoles. Y tranquilamente, el Matador puede vencerlo, ya que la actualidad del Fortín esta absolutamente abocada al torneo continental, el mismo al que apunta el elenco de Victoria. Veremos que pasa en ese compromiso.
Por último, ayer, Independiente se llevó 3 puntos valiosísimos para escaparle a las llamaradas que lo quieren hacer arder en lo más profundo de los promedios. Y Tigre lo perdonó, lo libró de pecados y le dio la chance de empezar a rectificarse. Casi como un pacto con el Diablo... ¿Me entiende no?
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