River 3 vs. Tigre 2 - Inexplicable

Inexplicable

por Leandro Scaviolo

Tigre tuvo en sus manos y en sus pies el triunfo ayer en Núñez ante River, pero el Millonario tuvo una ráfaga de goles sobre la hora que le extirparon los tres puntos al Matador. Las claves de un partido sin muchas explicaciones razonables...

Inexplicable 3-2 decía la pantalla del Antonio Vespucio Liberti y nadie lo creía, ni los de Tigre, ni los exultantes hinchas del conjunto de Ramón Díaz, que apeló al banco y encontró soluciones que en cancha no había visto por ningún lado. Porque el Matador neutralizó a su rival en el mayor sentido que tiene esta frase. Lo congeló en cancha, no le dio movilidad ni profundidad. Lo supo anticipar, leer siempre un paso antes, con una clara intensidad defensiva para intervenir en cada avance. Y con una clarísima colaboración de un mediocampo que quitaba, y salía a acompañar la contra. Eso era el equipo de Pipo, inteligente, pensante a la hora de obstaculizar los caminos y tratando de ser rápido en las maniobras ofensivas. A veces le costó terminarlas, pero tuvo un par y anduvo cerca de abrir el arco de Barovero. Todo esto, haciendo referencia a los primeros 45 minutos. Y quizás cuando menos el Matador se lo merecía, ligó el primer gol del partido. Cuando el Millonario era una tromba en los minutos iniciales del complemento, pero parecía que el destino le daba un guiño al visitante. Poco duró esa satisfacción...


Rojas, Iturbe y Luna fueron los que ingresaron por Ledesma, Lanzini y Trezeguet. Está clarísimo que a Ramón no le tiembla el pulso para sacar al capitán de River cuando no es buena su labor como pivote. Y River encontró frescura en la calurosa noche de Núñez. Casi sin querer queriendo, River encontró la llave del partido, en una demora de Mora en la sesión del balón, se la llevó casi hasta el banderín, y en toda la noche, no había podido con Orban. Pecado de Tigre. Salió Echeverría a buscarlo, no se sabe si por cansancio de Orban o por decisión propia, pero dejó la marca del Chino que cabeceó sin presiones hacia el arco de Albil y puso el empate. Y se fue derrumbando tigre, como ese castillo de naipes que cuesta tanto armar, y en un viento que te movió una pieza, chau castillo. Mora de nuevo rematando en una pelota a la que le entra mordida en la puerta del área menor, a Albil se le escabulle entre las piernas y llega el Chino, sobre la raya, para asegurarlo. Y después Iturbe, con un lindo zurdazo decretaba el 3-1 de la nada, así, como suelen pasar las estrellas fugaces por el firmamento, que el Millonario daba vuelta el partido en un abrir y cerrar de ojos.


Inexplicable el penal que cobra Lunati en el minuto 49 del segundo tiempo, no porque no haya sido, sino que pareció casi una burla, porque el descuento de Pérez García desde los doce pasos queda para la anécdota, lo que no se puede obviar ni explicar es la roja absurda que se hace sacar Botta, sabiendo lo que representa él para el equipo, y más aún, cuando te pegan semejante baldazo de agua helada, tan helada como estaba el partido en el primer tiempo, donde Tigre hizo todo bien, supo contrarrestarlo a un 11 de Ramón sin saber cómo penetrarlo, como eludir esa concentración que mostraba el Matador. Volviendo a la expulsión de Aladín, no supo contener su reacción ante Mercado, y lo pagó caro, él y sus compañeros al quedarse con 10 en la agonía del encuentro. Hubo puntos altos en Tigre más allá de la derrota, se vio actitud, personalidad y buenas combinaciones cuando se pudieron efectuar. Rescato la labor de Ferreira, como su mejor partido en mucho tiempo, como también a un impecable e impasable Orban... ¿Hace falta algo más Sabella? A usted no le sobran hombres en ese puesto. Y también me quedo con lo de Leguizamón, sin definir bien las que tuvo, fue siempre una preocupación y estuvo en constante movimiento para trazar diagonales y mover posiciones con Botta y Janson, éste último tampoco desentonó aunque se le hizo difícil conectarse mucho con la pelota.

All Boys es el próximo escollo por el torneo local, mientras que en la semana, el Matador visitará al Sporting Cristal en Perú a las 17.00 de nuestro país. Seguramente, en ese compromiso, tengan lugar los Ivanobsky, los Ftacla, los Itabel, los Escobar, y tantos otros apellidos que no suelen ser titulares en el conjunto de Victoria. Inexplicable que Tigre se haya ido sin nada de Núñez. Inexplicable este presente que acarrea 4 compromisos sin conocer el triunfo. Inexplicable, pero Pipo deberá encontrar nombres propios para volver a hacerse respetar en cancha y que nadie le arrebate nada al Matador.