jueves, 7 de marzo de 2013

Tigre 1 vs. Palmeiras 0 - Todavía soñamos

Todavía soñamos
por Leandro Scaviolo  

Con un gol tan agónico como gritado por todo el José Dellagiovanna, Tigre le ganó al Palmeiras 1-0 en la última jugada del partido. Peñalba, fue el hombre que puso en contacto con la red a la pelota y decretó que el Matador sigue vivo en el Grupo 2 de la Copa. 
 No, no soñamos, estamos realmente despiertos. Pellízquese, sí, usted que aún no puede creer el sufrido partido que vio y su desenlace. Pero sufrido porque estaba ahí, para ganarlo, más allá de que el Palmeiras tuvo sus chances claras. No se piense, si no pudo ver el partido, que a Tigre se lo llevaron puesto... para nada. Fue porque los protagonistas nos fueron llevando a esas sensaciones, a la angustia, a los nervios, el sufrimiento, la congoja, la resignación, hasta que, todo cambió. Si de héroes se tratan en Victoria, hay que destacar a tres por encima del resto: COUSILLAS con un debut estupendo, sacando una pelota brillante con su mano izquierda en un remate que se metía de Vieira, además de brindar seguridad, ser rápido en las salidas a cortar, y buscar siempre a un compañero con los piés, clave. ORBAN que pide a gritos seleccionado argentino, con un quite magistral en un mano a mano con Kleber, que solo dejó al brasilero con las ganas de definir, habiéndolo dejado ya a Lucas por el camino en primera instancia. Y PEÑALBA, que se hizo amo y señor del medio en el complemento, que tocó y fue en más de una oportunidad a buscar el centro adentro del área, que fue el autor material del golpe de nocaut al Palmeiras. 

El partido fue equilibrado en la primera parte, no hubo grandes destellos de fútbol de los dos. Si tuvieron momentos, ataques interesantes, pero ninguno ejerció supremacía en el capitulo inicial. Palmeiras combinaba en ataque mejor que Tigre, era más profundo, punzante, veloz. El Matador intentaba, pero con poca visión de encontrar el camino correcto, el sendero del triunfo, que más tarde aparecería. Ni Botta se asociaba con Pérez García, ni Santander resolvía todas las pelotas que le llegaban, algunas bien, otras no tanto... Por eso Tigre era un cúmulo de imprecisiones, de pocas afirmaciones en el juego. No hallaba la manera de atacar a un firme Palmeiras con sus centrales, Henrique y sobre todo Mauricio Ramos. Wesley era uno de los más veloces y uno de los que más toco el balón, y que después, sintió el desgaste. Valdivia procuró ser claro y dar pases al vacío para Vinicius y Kleber, pero rara vez eso generó el peligro por parte del volante que vistió la casaca de la Selección chilena por años y que está atravezando su segundo paso por el club brasilero. Lo mejor de Tigre siempre está atrás, en la guarida, en el fondo. Por eso los primeros 45 se morían con un remate de Pérez García desde afuera, dos buenas diagonales de Botta que no prosperaron tanto, un remate de Rusculleda cruzado, una masita de Orban con derecha, y un buen mano a mano que el arquero hace rebotar en la humanidad de Echeverría para que no defina.

El complemento tuvo más el famoso ida y vuelta, solo que en esta ocasión, el que siempre fue, el que siempre buscó el arco del contrario fue el Matador. Palmeiras esperó, Palmeiras quiso aguantar el 0-0, se propuso jugar de contra. Y Tigre lo arrinconó contra las cuerdas, con los ingresos positivos de Leguizamón, Janson y Torassa, para aplicarle más velocidad al ataque, sin ser del todo claro, pero con muchas ganas de llevarse los tres puntos que precisaba sin dudas, como el agua que le dan a ese boxeador que está en el 11° round y la pelea aún no la tiene cerrada. Un remate de Vieira tremendo que tapó Cousillas más el mano a mano que no aprovechó el 9 del Verde, hizo que todo pareciera estar predestinado... Vilson expulsado por roja directa del juez Omar Ponce hizo que el elenco visitante se demorara mucho más de lo que ya lo hacía. Dos veces Kleber caído, el arquero Prass también, se retiró lesionado en pocos minutos de juego Leite, pero está claro que si tenía algo quizás lo exageró. Todo eso, mas los 3 cambios por equipo, hizo que se jugaran 4 minutos más. Y vaya si el destino le puso un guiño al equipo de Pipo: Libertad le empataba sobre la hora a Sporting Cristal que le estaba ganando en Asunción, y al menos, el 2-2 no era tan malo. 48'50 marcaba el cronometro. Ultimo tiro libre para Tigre, sector izquierdo. Botta, el encargado. Siete hombre de Tigre adentro del área. Centro pasado. Ferreira la bajó al primer palo. Peñalba. Peñalba. Eleva su derecha, es el gol. GOL del Matador. En la agonía, y de la manera que lo describo separando con puntos cada frase, en cámara lenta, nunca le terminaba de bajar la pelota a Peñalba, que definió y su boca se llenó de un grito de gol tan esperado, porque es el primer gol en la fase de grupos de esta Copa para Tigre.

Y la gente explotó. Los socios ayer acompañaron y sufrieron, como todos. Y se llenaron de un grito que pocas veces he visto, uno tan celebrado por la gente del Matador. Vaya que lo gritaron, vaya que festejaron. Claro, si de repente, todo sigue vivo. Todo sigue siendo un sueño, todo sigue siendo una realidad maravillosa, que ni soñada, puede asemejarse a lo de anoche en el José Dellagiovanna.


 
 
 

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