Del dicho al hecho...
Hay un trecho bastante largo en el que Tigre no resuelve desde la boca a los pies. Sabía que estaba con ventaja numérica ante Colón, empatando un partido que estaba para goleada en contra. Más vivo que nunca, y no resuelve. Tuvo 20 grandes minutos en el primer tiempo en el que cacheteó a Colón, y en eso se quedó. Como si todo el esfuerzo por empatarlo haya desgastado todas las energías.
Realmente, el Matador parece tener claro desde la cabeza lo que hay que hacer, porque escuchás que los jugadores lo dicen después, con la calentura de haberlo perdido, pero no se consigue... Porque fallan desde la precisión, porque a veces se exceden en lo individual, y porque a veces los que piensan no tienen una buena noche, como ayer fue el caso de Gabriel Peñalba.
Y Colón, hizo todo lo que Tigre no hizo, esperó su momento y resolvió en consecuencia. El Sabalero pasó del dicho al hecho en un abrir y cerrar de ojos. Lo hizo en el arranque y en el final del encuentro. Y se queda con tres puntos que le valen mucho en el debut de Pablo Morant como entrenador.
El Matador por momentos padece los partidos, quizás por el desgaste de haber jugado tantos ya en el año, pero a ciencias ciertas, a Tigre le cuesta. Se hace un embrollo donde no debe hacérselo y se pierde, se desconecta y entra en un mar de imprecisiones, dudas, reproches, broncas. Y para colmo, teniendo un arbitraje tan flojo como el de ayer, todo molesta más.
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