martes, 6 de mayo de 2014

En foco: La unión de grupo

En foco: La unión de grupo

Tigre derrotó a Belgrano por 2 a 1 en un durísimo duelo que tuvo en Kevin Itabel, Matías Pérez García y César Pereyra a los goleadores de la noche. En tanto que Juan Pablo Pompei expulsó a Juan Quiroga y Guillermo Farré en la visita. Ariel Nahuelpan desvió un penal con el partido en cero.
Corre Matías Pérez García revoleando su camiseta número 10. Sale de la línea de fondo y toma la lateral, pegada a la platea, Kevin Itabel se zambulle y lo derriba, es momento de gritarlo todos juntos. En un abrazo grupal, en una montonera que involucre acaso las tres tribunas colmadas del José Dellagiovanna.

Belgrano es Historia, El Matador cortó el maleficio que sostenía ante el Pirata en el momento que más lo necesitaba. Tres puntos que lo despegan a cuatro de Rafaela, lo separa tres unidades de Colón y dos de Godoy Cruz. Que la pelea en la zona baja sea de otro. Una victoria que lo deja a tan solo un poroto más de asegurarse la permanencia tras una temporada en la que se complicó solo. 

Ese abrazo grupal como símbolo de celebración, pero también como muestra de que las cosas cambiaron hace varias fechas, reflejo de un trabajo que ha reforzado la unión en todo el plantel. Luego de la derrota en Santa Fe ante Colón, en aquella semana larga de rumores y temeridad se sumó al Matador ayuda externar para trabajar con el grupo, un apoyo psicológico que comenzó a notarse poco a poco, primero en gestos, después en resultados. Ya en el encuentro ante San Lorenzo se vio una arenga previa, y en el festejo de aquellos dos tantos, hubo abrazos multitudinarios. Un sostén anímico que le permitió recuperarse de aquella igualdad en el suspiro final y de la dura derrota ante Gimnasia en el Bosque. Recomposición que lo llevó a salir ganancioso de Sarandí y además del duelo ante All Boys cuando el agua llegaba al cuello. El tropiezo ante Boca no dejaba mala imagen, pero la derrota ante Newell’s complicaba el panorama. Nuevamente la fuerza y el objetivo común de un objetivo claro, la salvación, recuperaron al grupo que por poco no se llevó el triunfo en Lanús y que hoy le permitió, en unión y sacrificio reponerse a un penal desviado y al pronto empate del Picante Pereyra. 

Por eso, por encontrar la manera de sobreponerse, por estar más unidos que nunca y exteriorizarlo cada vez que se puede, el Matador y su gente sienten que el problema comienza a ser de los demás que sacar más puntos en estos dos juegos será posible de lograr para continuar en Primera.

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