miércoles, 10 de abril de 2013

Tigre 3 vs. Sp.Cristal 1 - Tigre es dos veces Tigre

Tigre es dos veces Tigre

El Matador derrotó 3 a 1 a Sporting Cristal en Victoria con goles de Leandro Leguizamón, MatíasPérez García y Rubén Botta, Carlos Lobatón descontó para la visita que terminó condiez por la expulsión de Jesús Álvarez. Ahora los de Victoria tiene una luz de esperanza para pasar a Octavos.

Tigre es dos veces Tigre. El equipo capaz de golear y de ser contundente, el de los movimientos incisivos de Pérez García en la distribución, en mostrarse, en pedir siempre la pelota; en ser el nombre y el hombre que genera juego en el equipo de Victoria. El de la desfachatez de Botta, capaz de sacarse cuatro hombres de encima para tirar un centro, o como en el gol, gambeteando rivales y definiendo con tranquilidad y justeza en el mano a mano ante Diego Penny. El de la velocidad para romper y ganar en el primer gol, el de Leguizamón, demostrando una vez más que los delanteros de Tigre necesitan ser abastecidos de cara al portero, al que Legui esta vez no perdonó. El Tigre del orden, el que rota, el del toque de pelota, el que tiene en Ramiro Leone a un hombre que llega al fondo para tirar centros y también lo tiene para replegarse y marcar, para ser el sostén para el gran trabajo de Lucas Orban. El Tigre que tiene al Pato Galmarini pisando el área rival, que asiste y que tiene la capacidad de contar con chances de gol con algún cabezazo. El de Peñalba tapando huecos defensivos y siendo salida en la ofensiva; el de un Diego Ferreira capaz de comerse toda la cancha como un Cinco neto, o como un volante más adelantado, como cerca del final cuando entro Diego Castaño.

Pero puede también ser el Tigre de los olvidos, del desorden, de la confusión. Porque en la primer jugada en que Orban queda pagando en la mitad de cancha, los celeste rompen por izquierda de su ataque y la cruzan al lugar donde no estaban ni Orban, ni Leone y por suerte Regifo se zambulló en offside, invalidando el gol de Ávila. Así llegó el descuento de Cristal cuando Tigre ganaba 3 a 0, tenía un hombre de más y dominaba las acciones. Orban quedó lejos y tras un rebote en el área Lobatón sacó un zapatazo, en la misma zona donde minutos antes ya habían avisado con otro tiro cruzado que sacó Javier García.

Tigre encontró en la necesidad de ganar el plus que le estaba faltando, el plus que le permitió obtener un triunfo luego de cinco derrotas consecutivas. Cumplió el primero de los objetivos que le planteaba la noche, el del triunfo y el segundo, el de reducir la diferencia de gol lo tuvo a medias, porque quizás un 2-0 era satisfactorio, pero que la diferencia se reduzca solo en dos, habiendo estado en 3, deja una sensación un tanto amarga. Ahora queda todo en manos de lo que pase en Brasil donde Libertad y Palmeiras se la juegan mano a mano y restará saber cómo quedará parado el Matador y su última oportunidad antes de viajar a Paraguay.
 
 
 

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