Con lo justo y nada más
Tigre
le ganó a Argentinos jrs por la mínima en el cierre de la décima fecha
del Torneo Local. El único gol del partido lo marcó Leandro Leguizamón a
ocho del final y sacó al Matador de la racha de cuatro derrotas
seguidas. Los de Victoria terminaron con 10 por la Roja de Ezequiel
Maggiolo, los de La Paternal con 9 por las expulsiones de Matías Laba y
Aníbal Matellan.
¿Injusto?
Puede ser, no se lo voy a negar, pero ¿Cuantas veces en este Torneo la
situación se presentó al revés? Por eso la mayoría de los hinchas se fue
con una sonrisa en la cara, por eso el plantel y el cuerpo técnico lo
festejó, y mucho. El triunfo disimula un poco el dolor de ojos que dejó
el encuentro, trabado, friccionado e incluso de algunos goles. Como el
de Aníbal Matellan sobre Ezequiel Maggiolo, que lo dejó morado en el
pómulo derecho, y que ante el reclamo del Lechu al asistente 1, Ezequiel
Brailovsky, el 9 de Tigre tuvo que dejar la cancha, si el agredido se
fue expulsado. Es que usted sabe, en el fútbol argentino se puede pegar y
agarrar, pero nunca mandar al frente a un árbitro. Para cerrar el
primer capítulo de titanes en el Ring, Matías Laba, le pasó el trapo
Gastón Díaz, dura entrada con los pies hacia adelante. Era roja directa,
pero Fernando Rapallini, de flojo transitar en Primera, le mostró la
segunda amarilla y lo mandó a las duchas. La primera etapa fue eso, más
un tiro desviado de Rubén Botta, un zapatazo de Juan Anangonó y un
travesaño por parte de Matellan.
El
complemento siguió igual, con mucha lucha, pero con más espacio para
demostrar nada. Por momentos parecía que ninguno de los dos quería
atacar para no dejar espacios atrás. Pero el Bicho tenía a Pablo
Hernández como manija y el 8 pegó un tiró en el palo y Anangonó volvió a
hacer temblar el horizontal. Los de Caruso Lombardi comenzaron a hacer
mejor pie, pero el buen trabajo de Donatti y Malagueño fue desactivando
esos intentos. Por el lado de los Gorosito, cuando el Pérez García tomó
aire y comenzó a juntarse con Peñalba comenzaron a generar huecos para
ir tejiendo con paciencia una posibilidad. Así fue. Del 10 para el 6,
nuevo para el 10 que la abrió para la entrada de Galmarini, el Pato le
dio un remate fuerte por lo bajo buscando el segundo palo, donde
intervino Luis Ojeda, pero en el rebote, con olfato de goleador, en
posición neta de 9, apareció Leandro Leguizamón para tener que empujarla
y desatar la locura y que me vengan a hablar de justicia! Luego solo
hubo tiempo para la expulsión de Matellán, un poco por la dura entrada
ante Pérez García y otro tanto porque en la cabeza del juez había
quedado aquella trompada que el ex Boca le pegó a Maggiolo. Tigre contó
con dos chances más para decorar el asunto, en pies del Pato a las manos
de Ojeda y otra de Cisterna, que venía de despilfarrar un mano a mano
contra Libertad, tuvo una igual, pero eligió picarla, fue sencilla para
el 1, ex Unión.
El Matador cortó rachas, la suya, la de cuatro derrotas seguidas, la de los cambios de Pipo que por torneo nunca habían convertido y la de Caruso, que desde su llegada al Bicho (cuatro partidos) no había perdido. Ahora se vendrán dos días de descanso luego de tanto ruedo y la vuelta pensando en la Copa.
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