Una derrota moral
Tigre empató cero a cero ante el peor equipo del Torneo, Quilmes. 87 minutos necesitó El Matador para generar la primera de riesgo. 4 unidades de 15 posibles marcan el rumbo errado.
Si había un partido para ganar era este. La noche de Victoria era ideal para que el conjunto de Fabián Alegre se lleve los tres puntos en disputa. Sin embargo en el campo de juego volvió a fallar y terminó con una pálida igualdad ante un Quilmes sin triunfos en lo que va del Torneo.
Velocidad y precisión en la primera parte, esa es la virtud más grande que viene alcanzando este equipo, pero la ecuación falla cuando llega a su defecto más grande; la falta de profundidad. El equipo tenía la chance inmejorable de mostrar reacción, de conseguir su segundo triunfo, pero hubo que esperar al cierre del encuentro para tener algo de emoción.
A los 83' Martin Galmarini sacó rápido un lateral, Lucas Wilchez se acordó que es habilidoso, se quitó un par de rivales de encima por derecha y luego de una pared con Sebastián Rincón sacó un zurdazo divino que dio en el travesaño. Poco minutos después los mismos interpretes se conectaron; Wilchez para dejar atrás a dos y abrir para el Pato que centró de primera al segundo palo donde apareció Rincón, pero el grito de gol se ahogó cuando Sebastián Martínez la despejó en la línea. La última fue de los ingresados; Facundo Bertoglio para Leandro Leguizamón y el recién llegado tiró cerca del poste derecho de Dulcich. Tres llegadas, tan solo tres situaciones de gol en 90’ que todas juntas dan la sensación de que se pudo haber conseguido algo más, pero no fue así. Es un empate con sabor a nada, es un empate que podría describirse diciendo “perdimos cero a cero”.
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