En algunos equipos prevalece el esquema táctico sobre los nombres, en otros una idea de juego, a veces también se adaptan todos a lo que el técnico de turno quiere, mientras que otros equipos se arman en base a los jugadores de cada campeonato. Desde su vuelta a primera, Tigre se caracterizó por ser un equipo que; sin importar si jugaba con línea de 3 o de 4 en el fondo, con 1 o con 2 delanteros, siempre tuvo a un jugador responsable de administrar la pelota, de llevar el futbol en la sangre más que ningún otro, ese que generalmente se ve utilizando la número 10 en la espalda. Esa fue la idea que más sirvió en estos 7 gloriosos años.
Así como Lucas Wilchez fue responsable y líder de aquel equipo que logró el ascenso contra Nueva Chicago, el paraguayo Néstor Ayala en 2007 fue el primer encargado de permitirnos soñar en Primera, cuando la premisa era lograr la permanencia que terminó en ese subcampeonato, siempre acompañado de Martín Morel y Román Martínez para la creación.
Luego del histórico primer subcampeonato, el paraguayo bajó su nivel y terminó siendo relegado. Al tiempo que se afianzó como la gran revelación del torneo Martín Morel. El equipo, quedó a un gol de ser campeón, lo más cerca en su historia.
Después resultó complicado; Caruso Lombardi volvió a ponerse a cargo. Morel no fue el mismo, así como tampoco lo fueron Lázaro y Luna. Sin embargo de a poco apareció un nombre que nadie conocía, tal vez el mejor jugador que salió de las inferiores de nuestro club; un tal Rubén Botta. Ese que más adelante nos deslumbraría y nos haría soñar como nunca antes. Al siguiente campeonato, se incorporó a cachete Morales, que junto a Stracqualursi lograron mantener vivo al Matador.
El 2012 volvió a tener a Tigre como protagonista de nuestro futbol. Cachete Morales fue una de las figuras del Torneo junto al Chino Luna, quinto goleador en la historia matadora. Esa temporada le permitió al conjunto de Victoria, volver al ruedo internacional, donde se hizo la histórica campaña, de la mano de un inmejorable Rubén Botta y de Matías Perez García, llegó la recordada final de la Copa Sudamericana.
Tras el alejamiento de Botta hace una temporada y la reciente partida a la MLS de Matías Pérez García; Wilchez ha heredado la tarea de hacer jugar al equipo. A último momento también se sumó Facundo Bertoglio y pide pista para acompañar al 10 en la creación. ¿Podrán ellos revivir lo acontecido por la dupla de creación Botta – Pérez García y lograr llevarse los aplausos del público? ¿Será lo que hace falta para levantar cabeza en este Torneo?
Parece ser que siempre está en el clásico enganche la posibilidad de juego de Tigre. Siempre que brilló, fue de la mano de un 10, que su habilidad, su despliegue, su gambeta, su primer toque y su gol, fueron la esperanza de todo el equipo.
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