Cerró la temporada de la peor forma
El Matador cayó 3 a 2 ante el Cervecero en Victoria. Tigre cerró el Torneo Final de la misma manera en que se dio durante la temporada. Ahora llega el momento de barajar y dar de nuevo.
El partido fue entretenido, dinámico, con resultados cambiantes y sin mucho margen para la especulación, quizás como deberían jugar todos los equipos en cada partido. Y estos últimos 90 minutos de la temporada Tigre mostró sus dos caras, o mejor dicho sus dos realidades. Cuando atacó fue profundo, evidenció la falta de un nueve de esos que supo tener, como el propio Maggiolo, el Chino Luna e incluso la mejor versión de Stracqualursi. Delanteros que podían convertir piedras en oro. Pero también demostró que tiene armas para generar juego partiendo desde los pies de Gabriel Peñalba, explotando en la velocidad de Sebastián Rusculleda y maravillando cada vez que la pelota pasa por los pies de Matías Pérez García.
La otra versión es la del cambio más radical. Aquello estable que todos destacaban. La defensa. A lo largo del Torneo cada vez que al Matador le movieron el fondo hacia un costado, siempre se descompensó del otro. Cuando el rival jugaba por la banda y la defensa se desplazaba alguno quedaba mal tomado dentro del área o los cierres por el otro costado eran tardíos, cuando no inexistentes, haciendo que casi todos los partidos se jueguen con la valija muy cargada de goles en contra.
La temporada llegó a su fin, 34 puntos en 38 juegos marcan una realidad indisimulable. El conjunto de Victoria deberá dejar de lado las excusas y armar un plantel competitivo que le permita pasar los 55 puntos en las próximas dos temporadas, repetir la hazaña, objetivo duro que necesitará del apoyo de todos para poder seguir con los pies en Primera.
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