Le encanta el vino
Una
vez más Tigre volvió a levantarse contra Godoy Cruz y logró imponerse
tras seis partidos sin sumar. Le ganó 1 a 0 en Mendoza con gol de
Sebastián Rusculleda y tendrá una semana de tranquilidad para planear
las dos finales que le quedan a este Torneo, Belgrano y Quilmes.
Que
tendrá el Tomba que al Matador tanto le gusta, que pasará por la cabeza
de cada jugador azul y rojo a la hora de enfrentarse a los de azul y
blanco. En los torneos en que las cosas andan mal, los de Victoria
terminan imponiéndose ante lo mendocinos. En 2009 con Diego Cagna, el
año pasado ya con Néstor Gorosito en el banco y en este transcurrir
apático por el Torneo Final que traía al equipo de la Zona Norte de una
larga seguidilla de derrotas y nuevamente la racha se corta ante el
expreso.
Cambió
el esquema, cuatro atrás, también cambió el ritmo. En el golpe por
golpe Ramio Leone y Sebastián Rusculleda lograban algo más de
profundidad con la pelota, sumadas las escaladas de Lucas Orban y Martín
Galmarini, devenidos en laterales. Pero la ausencia de un 9 de peso
hacía que los centros sean estériles. Sin embargo Matías Pérez García
(enorme el enano) se las ingenió para tener dos situaciones claras en la
etapa inicial y armar dos contras despilfarradas primero por Leone y
después por Leandro Leguizamón (de escasa participación) y no que hablar
cuando el travesaño se lo negó en el complemento.
El
inicio no fue bueno, en apenas dos minutos Facundo Castillón ganó la
cuerda e dos oportunidades y metió un par de centros peligrosos, en otra
Alejandro Donatti se enredó y casi cuesta caro. Pero poco a poco el
fondo hizo pie y comenzó a llevarse por delante a su rival, en un
mediocampo de plena transición, sin que aparezcan mucho Gastón Díaz o
Gabriel Peñalba, ambos dedicado a anular el ataque tombino.
El
gol fue una genialidad compartida. De Leone en la lucha y la
recuperación y en ver la diagonal de Rusculleda que colado entre los
centrales se desmarcó para recibir la asistencia de Ramiro, definir con
una exquisitez y festejarlo de manera acrobática.
Fundamental
las intervenciones puntuales de Damián Albil, en el primer tiempo en
volada sensacional se lo sacó a Mauro Obolo quje había cabeceado
bombeado y dos minutos después tapó un mano a mano ante el ex Vélez. En
la segunda etapa y con el resultado a favor sostuvo el triunfo a puro
reflejo, tapando con la punta del botín zurdo un tiro de Nicolás Sánchez
luego de una seria de rebotes.
Piezas
claves en momentos claves, esa fue la diferencia que tuvo Tigre por
sobre su rival, al que lo tiene alquilado, al que lo tiene más que de
hijo, con el que le gusta volver a ponerse de pie para intentar cerrar
de la mejor manera posible este semestre cargado de adrenalina.
Foto: Diario Ole
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