No le dan los números
Se complica solo, cada vez se hunde más y el futuro comienza a oscurecer. Tigre cayó en Victoria por 3 a 1 ante San Martín de San Juan con dos goles de Claudio Riaño y otro de Gastón Caprari, mientras que Lucas Janson descontó para el Matador que no levanta. Desastroso arbitraje de Fernando Rapallini.
Por donde se lo mire la campaña de Tigre es mala. Si quiere le damos la virtud de que a tres fechas del final tiene tres goles más que el torneo pasado. Solo eso. Incluso ya tiene la misma cantidad de goles en contra y para peor, en los últimos ocho partido que empezó perdiendo, no pudo (no supo) rescatar ni un solo punto. Siete goles en los primeros 15 de juego no ayudan en nada a revertir la situación.
El Matador no tuvo fútbol. Con dos volantes más dedicados a la recuperación como Gastón Díaz y Diego Castaño, se hizo sentir la ausencia de Gabriel Peñalba, el único socio futbolístico que le queda a Matías Pérez García tras la lesión de Rubén Botta; porque Ramiro Leone aportó más en la marca que en la construcción y porque, por más que nos duela decirlo, Martín Galmarini está en cuenta gotas y si bien demostró su valía en la jugada del gol de Lucas Janson, dejó más en evidencia que se necesita de su participación.
Si a los errores propios se le suman los arbitrales, el combo es más complicado. El primer gol de San Martín tiene a Claudio Riaño adelantado, y el segundo viene de un penal no sancionado de Alderete sobre Pérez García. Pero que los fallos arbitrales no nos tapen las falencias defensivas.
La gente ya sabe que no se llegará a sumar 40 unidades en la temporada, pero con lo visto esta noche en Victoria, donde no se remató al arco en todo el segundo tiempo, ya dudan acerca de poner escalar a 39, se entiende el fastidio, es racional el enfado. Tigre necesita reaccionar porque comienza a hacerse tarde y los números de la temporada no cierran por ningún lado.
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