Poker de desafectados
Para este viaje a Tandil y probablemente, para el resto del torneo, Mauro Camoranesi ha decidido prescindir de cuatro jugadores: Mariano Echeverría, Horacio Orzán y los juveniles Sebastián Silguero y Alberto Stegman.
Mariano Echeverría había vuelto al club hace un año con la ilusión de revertir la imagen que dejó en Boca. Sin embargo el flojo comienzo lo marginó a los 4 partidos. El buen rendimiento de Chimi Blengio no le dio lugar, pero volvió a pisar el césped en otras 7 ocasiones donde no pudo demostrar su nivel. Esperanzado en recuperarse con la salida de González Pirez, arrancó una nueva pretemporada. Sin embargo en el primer día el Profe Cristian Fernández le marcó que estaba bajo desde lo físico ¿habrá sido así o fue una manera de ir avisándole que no iba a seguir? Lo cierto es que en esa zona aun no llegan refuerzos, pero se sumó el chico de Reserva Iván Dubois y aun permanecen Erik Godoy y Santiago Izaguirre.
Uno de los pedidos de Gustavo Alfaro para reforzar la zona media, donde “la pelota no llegaba con claridad a los delanteros” fue Horacio Orzán y poco de eso aportó en sus 10 participaciones por torneo local. Apenas unos minutos con buen despliegue ante Arsenal. Terminó tapando a Menossi más por una decisión de Lechuga que por su juego.
Se había ido en silencio a probar suerte a otro lado. Así como partió fue que regresó. Sebastián Silguero nunca pudo encontrar su lugar en el equipo y es el otro central que se queda en Bueno Aires. Nunca rindió. Ya en épocas de Fabián Alegre el fastidio de sus técnicos se notaba por el poco compromiso o la falta de ganas que demostraba.
Alberto Stegman se había sumado a la Primera con buenas actuaciones en la zona media de la Reserva, pero la suerte le jugó una mala pasada y aquella fractura del peroné derecho, lo dejó afuera de todo. Recuperado arrancó en Pilar con los entrenamientos, pero por ahora no convenció al cuerpo técnico y deberá quedarse en Buenos Aires.
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