Luego de un buen primer tiempo Tigre arrancó abajo en el inicio del complemento por el gol de Martín Cauteruccio. El local llegó a la igualdad con cabezazo de Sebastián Rincón cuando el partido se moría.
Esas cosas del fútbol. Tigre había armado un buen primer tiempo donde contó con chances de gol claras. Luego de que una desatención deje solo a Fernando Elizari y salvarse; Facundo Sánchez lo tuvo dos veces, Japo Rodríguez contó con un zapatazo y Horacio Orzán tuvo la mejor en un cabezazo que dio en el travesaño. Sin embargo la ventaja la sacó la visita cuando Julio Buffarini recibió solo en la izquierda y asistió por arriba a Martín Cauteruccio que se apareció solo en el segundo palo y de cabeza marcó la diferencia.
Si alguien no había tenido un buen partido, era Sebastián Rincón. Lo buscaron por arriba en todas, no ganó nunca. Se movió a la izquierda sin poder despegar y en algunos piques no tuvo explosión, ni decisión para ir a buscar. Pero de esas cosas del fútbol hablamos. Fue el colombiano quien igualó la contienda en buena diagonal por derecha que conecto con la frente para cambiar el palo y poder gritar en Victoria. Esta jugada contó con la dinámica y el entendimiento de Fede González y Japo. El ex Rafaela y el uruguayo hicieron una doble pared a un toque y el zurdo le dio un pase perfecto al colombiano para la igualdad.
Destacada labor de Chimi Blengio que por arriba sacó todo y en el mano a mano fue impasable para todos los rivales. Fue positiva la constancia de Pato Galmarini en zona ofensiva, pero sus centros carecieron de efectividad. Orzán cumplió en lo defensivo, aunque le sobraron al menos 12’ en la cancha. Luego del gol visitante, el equipo necesitaba ritmo ofensivo y lejos está el ex Newell’s de aportarlo. Lo destacable es que el equipo en desventaja se animó y arrinconó a su rival hasta poder empatar el partido. Quedan cosas por corregir y poco tiempo para hacerlo. El punto lo aleja de la Liguilla Pre libertadores, el último objetivo digno que le queda al Matador.
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