Un punto que no sirve
Tigre y Olimpo empataron cero a cero en Victoria en un partido chato que contó con pocas situaciones de gol. La polémica fue un si hubo penal o no ante Arzura. En la visita se fue expulsado a los 90 Néstor Moiraghi.
La gente de Tigre se fue algo molesta del José Dellagiovana. Suena lógico pensando en que se igualó en cero ante Olimpo, sin embargo fuera del ideario de la gente, los de Bahía se convirtieron en un equipo sólido y tácticamente correcto. Lejos de aquel pálido equipo que ascendida para volver pronto al Nacional. Desde ese sistema defensivo, casi cronometrado, de los aurinegros se le complicaron las cosas a los de Victoria.
El Matador puso todas sus cartas en juego y mucho movimiento en la pelota parada. Nada funcionó. Las ejecuciones de cada balón detenido fue deficiente, y en el único que no lo fue, el travesaño se lo negó a Pérez García. Después las pocas proyecciones de Guillermo Cosaro limitó el trabajo de Sebastián Ruscuelleda, que era tomado por tres rivales. Mismo caso para Emiliano Ellacopulos por el otro costado, al no contar con el respaldo ofensivo de Gastón Díaz. En esa limitación ofensiva tuvo que ver el ojo de Walter Perazzo que paró a Cerutti y Lugüercio en los carriles para que no puedan proyectarse los laterales.
Los locales no supieron romper las barreras de la visita. Les faltó la precisión para romper a espaldas de la línea de 4 en el fondo, a veces reforzada con la presencia de Damián Musto delante de ella y detrás de la otra línea de 4 volantes. A reducción de espacio se necesita mayor claridad y esa fue la cuota que le faltó al equipo para poder generar más situaciones claras.
La gente se fue enojada y en la conferencia de prensa el Técnico Fabián Alegre se presentó a la defensiva, como si las palabras de la tribuna hubiesen herido. Pero si la parcialidad se retiró del estadio algo fastidiosa es porque la semana pasada ante Vélez se generó una expectativa que en la noche de Victoria no pudo cumplir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario