Viejos problemas
Tigre cayó ante Belgrano por 2 a 0 en Córdoba, un gol tempranero del Picante Pereyra y otro de Javier García en contra en el cierre del partido le dieron el triunfo al Pirata. El Matador terminó injustamente con diez por la expulsión de Norberto Paparatto.
Un
gol desde el arranque le desbarata los planes a cualquiera. Sumémosle a
eso la falta de planes de Tigre para lo que sucede dentro del área.
Esto es un problema que viene de antes, es decir, del inicio de la
temporada anterior (la 2012/13) porque ya no es casualidad que desfilen
los delanteros; el nombre que se traiga, del más conocido al más
desconocido, extranjero o nacional, consagrado o de inferiores; Tigre no
tiene un juego para un “9”. La gente reclama un punta, pero los de
Victoria no saben qué hacer con un hombre de área; no hay un pasador, no
hay un hombre que habilite a su compañero, que ponga al atacante de
cara al arquero rival.
"Nos construimos de atrás para adelante",
dijo Alegre como premisa cuando asumió en el primer equipo, y lo venía
consiguiendo. Pero qué hacer cuando al minuto se te duerme Gastón Díaz y
el picante Pereyra le gana la espalda y convierte el 1 a 0. El Matador
como protagonista no encuentra los caminos al área. Repasemos los goles
¿Cuántos son dentro del área? Rusculleda desde el borde del área, mismo
que el de Matías Pérez García ante Lanús, demostrando que en jugada
asociada dentro del área no hay situaciones.
El
Técnico siempre destaca de Bordachar lo que le puede dar desde lo
físico, en la lucha, en el aguantar la bocha para generar espacios a los
que llegan de frente; Matías, Rusculleda, Leone; pero hoy el Chapu
perdió en todas, no aguantó una y su presencia en el campo fue
compatible con su ausencia; sin embargo las circunstancias lo dejaron en
el terreno de juego.
Salió
Guillermo Cosaro, afuera el Gula Díaz, hasta terminar defendiendo con
Castaño y Leone, con Erik Godoy intentando bajar algún centro, pero los
envíos no sucedieron. Ellacopulos, falto de fútbol, no
entró en juego, Janson ingresó bien pero le sobrevino la expulsión de
Paparatto y lo retrasó en la cancha. Pérez García fue intermitente, pero
efectivo en la pelota parada, en dos ejecuciones desde un tiro de
esquina llegaron los dos cabezazos que Olave salvó.
No
es responsabilidad pero las distintas varas con las que midió el
árbitro Giannini dejó a los Bonaerenses con 10 y a los cordobeses con el
equipo completo.
Pero
no hay que quedarse en eso. Tigre fue desprolijo, desordenado; lejos de
Victoria no sabe lo que es convertir, lejos de Victoria no sabe lo que
son tres puntos y lejos, cada vez más lejos, se van Atlético Rafaela y
Estudiantes en los promedios y cerca, cada vez más cerca All Boys y la zona de descenso.
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