Equivocarse le salió caro.
Tigre pagó caro la pasividad de los primeros 45 y terminó perdiendo por 2 a 1 ante Newell’s. Maxi Rodríguez y Víctor López marcaron para la visita, mientras que para el local igualó transitoriamente Joaquín Arzura. La Lepra terminó con 10 por la expulsión de Milton Casco. Juan Pablo Pompei no cobró un claro penal a los 95
El empate no servía de mucho, un punto era poco teniendo en cuenta que es el anteúltimo juego del Matador en su casa y necesita cosechar fuerte. Pero era penal por agarrón sobre El Chimi Blengio en la última pelota de la tarde. Sin embargo el experimentado árbitro Juan Pablo Pompei prefirió evitar cualquier cuestionamiento rosarino y terminó el partido omitiendo la acción. Antes de la equivocación del árbitro hubo varias del conjunto de Gustavo Alfaro.
Tener en cancha a Gabriel Peñalba, Lucas Wilchez y Facundo Bertoglio para recurrir al pelotazo constante a Leandro Garate fue primero un desperdicio de talento y segundo una ayuda grande para el fondo de los de Gustavo Raggio. Del otro lado la visita con toque y movilidad llegaba al área y terminaba todas las jugadas. Así a los 3’ Javier García ya había sido vital, como a los 8’ y en el remate previo de Tévez en el gol de Maxi Rodríguez. Parecía no tener defensa posible el conjunto local que así y todo pudo alcanzar la igualdad en la primera jugada elaborada en ataque que derivó en el primer grito de Joaco Arzura en Primera. El desarrollo se emparejó, pero los de Victoria seguían buscando infructuosamente por arriba. Nuevos desajustes defensivo la Fiera Rodríguez desde afuera obligó a una nueva voladas de Javi y desde ese tiro de esquina la soledad de Leandro Fernández para cabecear García para sacarla y Víctor López anticipa la marca y anota el segundo gol de la visita.
En la segunda parte el equipo parecía no reaccionar hasta que Ignacio Canuto tomó la lanza por el carril derecha en dos ocasiones y derivaron en la falta y expulsión de Milton Casco. Aunque en 33’ solo hubo tres cabezazos al arco y de baja calidad en Peñalba, Rincón y Garate; aunque a esta última le vinieron las dos más claras en un par de minutos. Godoy, con buen pase de Vitti, y su remate por encima de la portería y un tiro alto y cruzado de Rincón que dio en el travesaño. A esta altura los de Alfaro hacían ancha la cancha y se volcaban totalmente en ataque. Pero Ustari controló todos los tiempos, con las manos y con los pies.
No se entiende como el equipo cambia tanto de un momento a otro, en tres días a otro, en un tiempo al siguiente. Tampoco los motivos por los cuales se recurrió tanto al pelotazo buscando a Garate la peine para Bertoglio, cuando a las claras está que el equipo tiene piezas para jugar pro abajo y que cuando lo hizo logró convertir y llegar al arco rival.
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