A 10 años de una tarde inolvidable
Este 27 de noviembre se cumplen 10 años de que Tigre salió campeón de la Primera B Metropolitana en cancha de Platense. Una década de los goles del Chino Luna y Eugenio Peralta Cabrera para derrotar 2 a 0 al Calamar.
Cómo olvidar los nervios en la semana previa. La derrota ante Los Andes no solo fue la pérdida del invicto, Platense recuperaba la chance de campeonar y la historia marcaba la nulidad de triunfos en terrenos de Vicente López. Pero la fe estaba intacta, el temor más grande era quedarse sin entradas. Una larga fila, apretujones, horas y horas de espera y finalmente el ticket en la mano.
Llegó el sábado el sábado 27. El tren a Rivadavia no era igual al de siempre, viajaba el corazón latiendo a mil, la ansiedad, la ilusión y miles de emociones más, todas apretadas en el vagón. Pisar el suelo del andén fue una descarga a tierra, con la respiración entre cortada subir por Zufriategui hasta llegar a la cancha. Ingresar, apretarse en la tribuna buscando un lugar mientras a lo lejos resonaba la pirotécnica de la caravana que cantaba sobre la Avenida Maipú.
Ver al plantel ingresar por la cabecera me desconectó de todo eso y me trajo tranquilidad por primera vez en una semana. No faltaba nada, literalmente no había espacio para un alfiler y el los 11 de Caruso Lombardi salió de la mano al césped. El Chino le dio de taco ¡De taco! Y la mandó a dentro, todavía rueda sobre el área chica, todavía grita aquel primer gol. Como aún sigue colgado del alambrado Eugenio Peralta Cabrera gritando el segundo, luego de aquella gran definición.
Los festejos en tierras enemigas, la marcha triunfal hacía la estación, cortando Puente Saavedra para gritarle a todo un país que Tigre estaba vivo, que el Matador resurgía para no parar nunca más. Hoy hace 10 años, recuerdo cada instante, cada sentimiento. Después nos dicen que el fútbol son 22 tipos corriendo detrás de una pelota.
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