sábado, 26 de abril de 2014

Newell's 2 c. Tigre 1 - Errores Repetidos

Errores repetidos

Tigre cayó por 2 a 1 en su visita a Rosario. El Matador se había puesto en ventaja en el complemento con tanto de Ariel Nahuelpan de tiro penal pero Newell's lo dio vuelta con goles de Ezequiel Ponce y Ever Banega.

Los errores son para aprender, sino no han servido para nada y parece que en Victoria, no alcanza con tropezar una vez. Como Riquelme hace cinco días Ever Banega tuvo tiempo y espacio para rematar de media distancia y clavar junto al travesaño el 2 a 1 final cuando aún quedaban 30' de juego.

¿Qué pasó antes? ¿Qué pasó después? pasó Newell's y todo su repertorio ofensivo, pasó Tigre y todas sus falencias. Lejos de la escalada futbolística de las últimas fechas los de Alegre llegaron a ser 11 jugadores detrás de mitad de cancha contra 10 leprosos delante de la línea. Lo curioso es que, aun sin mucho lugar, el local encontraba huecos para moverse y la visita no podía recuperar la pelota. Algo que se vio mucho en varios partidos de este campeonato.

La falencias se maquillaron, primero, en pies de Lucas Wilchez y un tiro desde el borde del área que tapó Nahuel Guzmán y en el complemento con los pies y la cintura de Lucas que dejando rivales en el camino recibió la falta que derivó en el penal que Nahuelpan cambió por gol.

Para demostrar aprendizaje el de Victoria debía no temerse atrás y en la primera de los del Parque Matías Pérez García apareció de 4. Había que presionar y no dejar venir al rival, así y todo el centro en el tanto del empate lo lanza el lateral derecho Enzo Beloso. Viejo error, nuevo gol.

El otro punto central es que llegado el segundo grito de la Lepra Ricardo Lunari mandó a la cancha a dos puntas en reemplazo de los dos atacantes, mientras que por el lado de los bonaerenses nada se movía. Recién después de 10’ salió Joaquín Arzura e ingresó Sergio Araujo; Itabel pasó a la derecha pero nada cambió. Increíblemente hubo que esperar a que falten siete minutos para los ingresos de Sebastián Rusculleda y Cristian Bordacahar que solo sumaron desconcierto a un ataque perdido en el campo de juego.

Así al Matador solo le restó ver como se moría el partido sin respuesta, confundido, esperó el silbatazo final implorando que su rival no convierta el tercero. Viejo errores que parecen marcar que en Tigre no se aprendió nada.

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